La lucha actual desde Gaza hasta Jerusalén
La opresión de los palestinos bajo el dominio colonial israelí no se trata solo de la tierra; se trata de borrar la identidad y el conocimiento de un pueblo. Esta campaña deliberada de censura, violencia y desplazamiento tiene como objetivo no solo mantener el control, sino también borrar la memoria y la historia de los palestinos.
Lo que está sucediendo en toda Palestina en este momento son estrategias y tacticas diversas, pero son parte integrante del mismo plan linear y centenario del movimiento sionista: tomar la tierra de Palestina y borrar al pueblo palestino.El objetivo final es aplastar la capacidad de los palestinos para resistir, organizarse y hacer valer sus derechos políticos. ¿Cuáles són esas tácticas ?
Borrar el conocimiento palestino
Una de las formas más perniciosas de controlar a un pueblo es controlando su acceso al conocimiento y su capacidad para producirlo.
Por eso Israel ha atacado sistemáticamente las instituciones educativas palestinas, desde escuelas hasta universidades y espacios culturales. En Gaza, las fuerzas coloniales israelíes han asaltado, bombardeado e incendiado escuelas y universidades palestinas, socavando la capacidad de la próxima generación para aprender y crecer.
Más recientemente, las fuerzas de ocupación israelíes asaltaron la Librería Educativa de Jerusalén, detuvieron a sus propietarios y confiscaron libros.
Estos actos no solo consisten en destruir espacios físicos, sino en borrar la narrativa palestina y suprimir las voces que mantienen viva la Historia y el saber Palestina.
Demolición de hogares y desplazamiento de familias
En toda Palestina, desde Silwan en Jerusalén hasta Masafer Yatta y Hebrón (Al Khalil), Israel continúa demoliendo casas e infraestructuras palestinas a diario. Al mismo tiempo, los asentamientos exclusivamente judíos se expanden, consolidando el proyecto colonial destinado a hechar a los palestinos.
Esta política tiene por objeto limpiar étnicamente a los palestinos y reemplazarlos con colonos judíos. La demolición de hogares no es solo una violación de los derechos humanos; es un ataque directo al modo de vida palestino, ya que las familias son desarraigadas y obligadas a huir.
Aterrorizando a las comunidades
Las milicias de colonos judíos, armadas y protegidas por el ejército israelí, atacan de manera sistematica a las comunidades palestinas. Estas milicias queman aldeas, destruyen olivares y agreden físicamente a los palestinos. Con la complicidad del ejército israelí y del gobierno, los colonos tienen toda impunidad para robar tierras, destruir propiedades y seguir anexionando más territorio de Cisjordania.
El ejército y el gobierno les arman, les protegen y legalizan el robo de tierras. Esta violencia coordinada es una táctica estratégica para socavar la presencia palestina y sus reivindicaciones sobre sus tierras, impulsando aún más la agenda de colonización y limpieza étnica.
Masacres y hambruna
Lo que está ocurriendo en Gaza es ungenocidio. El Estado colonial israelí ha emprendido una campaña de masacres masivas, exterminio, inanición forzada y destrucción de infraestructuras básicas como el agua y la electricidad.
Estas tácticas están diseñadas para acelerar la eliminación del pueblo palestino, dificultando cada vez más la supervivencia y empujando a los que quedan a marcharse y no volver nunca.
El objetivo final es aplastar la capacidad de los palestinos para resistir, organizarse y hacer valer sus derechos políticos.
Destruir los campos de refugiados y forzar el desplazamiento
Israel también está trabajando para forzar el desplazamiento repetido de los refugiados palestinos, muchos de los cuales son descendientes de aquellos que fueron expulsados de sus tierras ya en 1948. Los campos de refugiados, que en su día fueron lugares de acogida, son ahora objetivos de destrucción, ya que Israel busca borrar la noción misma del retorno de los refugiados palestinos a sus tierras robadas.
En Cisjordania, más de 40 000 palestinos han sido desplazados en los últimos tres meses. Ciudades como Yenín, Tulkarem, Qalqilya, Nablus, Masafer Yatta y Hebrón están bajo asedio constante, con incursiones militares regulares destinadas a desestabilizar las comunidades y evitar cualquier atisbo de resistencia. El campo de refugiados de Yenín ya ha sido vaciado.
Estas tácticas forman parte de un esfuerzo más amplio para convertir las ciudades y los campos de refugiados palestinos en ciudades fantasma, asegurándose de que los palestinos nunca puedan regresar a sus hogares.
Silenciar a los palestinos con ciudadanía israelí
La supresión de las voces palestinas no se limita a quienes viven bajo la ocupación. Los palestinos que tienen la ciudadanía israelí llevan mucho tiempo sufriendo una discriminación sistémica, ciudadanos de segunda clase en un regimén colonial.
En los últimos meses, esta opresión se ha intensificado, sobre todo desde octubre de 2023, cuando se ha producido una escalada de detenciones arbitrarias. Decenas de activistas han sido detenidos arbitrariamente sin cargos ni juicio, por sus opiniones, a menudo en solidaridad con los palestinos en Gaza.
Esta práctica, que no se aplica a los ciudadanos judíos, forma parte de un esfuerzo más amplio para despolitizar y aplastar la identidad de los palestinos que viven dentro de las fronteras de 1948 y que tienen su identidad palestina denegada desde más de 77 anios.
Fragmentación de la sociedad palestina
Los palestinos son un pueblo único. Sin embargo, las acciones de Israel tienen como objetivo fragmentar al pueblo Palestino y dividir y cortar los lazos y cualquier conexión entre Gaza, Cisjordania, Jerusalén y el resto de Palestina.
La destrucción de ciudades como Yenín y Tulkarem, la asfixia de Gaza y la creciente violencia de los colonos sirven para desmantelar la continuidad política, social y territorial palestina. Al despoblar estas zonas y aislarlas en pequeñas zonas cerradas, Israel busca imposibilitar la autodeterminación palestina.
La agenda del Estado colonial israelí siempre ha sido:
- Eliminar la identidad y la presencia palestina.
- Tomar el control de todas las tierras y recursos palestinos.
- Ampliar el control exclusivamente judío.
Cada ataque, cada incursión, cada asedio sigue este mismo patrón. Esto no es guerra, es colonización.
¿Qué puedes hacer?
La lucha del pueblo palestino es una cuestión global, que exige la solidaridad y la acción de personas de todo el mundo porque tiene consecuencias mucho más allá de Palestina. Entonces, ¿qué puedes hacer para ayudar? Estas son algunas formas en las que puedes contribuir al movimiento por la liberación de Palestina:
- Amplificar las voces y las historias palestinas: compartir las narrativas y experiencias de los palestinos para que sus voces sean escuchadas.
- Educar e informar a quienes te rodean: difundir la realidad de la ocupación israelí y el apartheid.
- Boicotear a las empresas involucradas con Israel: apoyar alternativas que no hacen negocio con Israel.
- Presionar a tu gobierno: abogar para que tu gobierno deje de armar a Israel y permitir sus acciones.
- Asistir a protestas y acciones directas: Únete a grupos locales y participe en protestas y campañas por los derechos de los palestinos.
Desde Palestina hasta el mundo, la lucha terminará con nosotros unidos y organizados. La lucha por la liberación y la justicia continúa, y depende de todos nosotros.